La vida de un esclavo no es sencilla, y es algo que nosotros tenemos muy presente. No somos nada, somos la escoria de nuestra sociedad y solo hemos venido al mundo para servir a aquellos que han nacido con más suerte. Y si eres esclavo, o lo aceptas o mueres. Yo decidí resignarme a aceptarlo el día en que ejecutaron a mi padre. Era eso o unirme a él en la camilla.
Katerina creía que ser esclava en Sector Gamma era lo peor que podría haberle pasado, pero eso cambiará cuando llegue a Sector Delta, un sector económicamente inferior al suyo donde descubrirá que las apariencias engañan y que su vida como esclava solo había sido el principio de algo mayor. Con la diosa Destino hilando sus hilos en su contra, Katerina tendrá que aprender a convivir con sus demonios para garantizar su supervivencia en un entorno hostil, y encontrará aliados y enemigos que le abrirán los ojos a la realidad que se esconde bajo una sociedad idílicamente perfecta.