¡Hola!
Hoy vengo con una entrada un poco más distendida y divertida de lo que suelo traer habitualmente, y es que te traigo unas pautas que debes seguir si quieres que rechacen tu manuscrito bastante rápido y ahorrarte las tediosas esperas editoriales.
Aprovecho para informarte de que todas estas experiencias son 100 % reales, basadas en el tiempo que llevo trabajando como editora y que ninguna está inventada (por inverosímil que pueda parecer).
Así que… ¡continuamos!
1. Envíalo a cualquier parte
Empiezo con lo fácil.
Si quieres que la respuesta a la valoración de tu manuscrito sea un «no» rotundo y sin muchas esperas, mándalo a cualquier editorial. Da igual que lo que has escrito sea un ensayo filosófico y lo estés mandando a una editorial que solo publica novela infantil ilustrada. Tú mándalo donde sea, total… lo mismo suena la flauta, ¿no?
Spoiler: sale mal.
2. «amenaza» a los editores
Preséntate en el correo en el que adjuntas tu manuscrito y añade alguna perlita del tipo «Si no aceptáis mi manuscrito es que no tenéis buen criterio» o «Mi manuscrito es de lo mejor que vais a leer y si lo rechazáis, estáis perdiendo la oportunidad de vuestra vida». Así seguro que convences a los editores para que rechacen tu manuscrito. Es lo que querías…, ¿no?
Spoiler: sale mal.
3. Mándalo a varias editoriales
¿Para qué me voy a molestar en redactar un correo por cada editorial? Mejor las pongo a todas en copia (ni siquiera me molesto en ponerlas en copia oculta) y pa’lante. Total, no se van a enterar porque los editores son monos que no entienden nada de informática. Mejor así, a cholón y con correo estándar para todas. Ahorro mucho tiempo, ¿verdad? Qué lista soy…
Spoiler: sale mal.
4. no redactes nada
Todo el mundo sabe que las editoriales las llevan robots automatizados y que ningún ser humano va a leer ese correo, así que ¿para qué molestarme en presentarme o escribir nada? Total, si no lo van a leer, mejor mando el correo en blanco con los archivos adjuntos sin más…, ¡así me ahorro tiempo! Ya está, los tengo en el bote.
Spoiler: sale mal.
5. Mándalo por redes sociales
¿Para qué redactar una propuesta editorial y molestarte en buscar la dirección de correo pertinente para los manuscritos? ¡Si eso no sirve de nada! Mejor subo mi manuscrito (en el peor formato posible) a Drive y me lío a etiquetar editoriales con el enlace para que lo valoren en cualquier red social. ¡Seguro que funcionará! Si es que nadie me entiende, soy una visionaria…
Spoiler: sale mal.
Conclusión
Hasta ahora han sido pocas las propuestas que nos han llegado así a la editorial, pero sí es cierto que dan un poco de vergüenza ajena y te dejan con la sensación de que su propio manuscrito no les importa nada (y da un poquito de pena, la verdad). Así que si de verdad quieres que valoren tu manuscrito para intentar conseguir un veredicto favorable, te recomiendo (encarecidamente) que empieces evitando todas estas situaciones.
Y sí, me veo en la obligación de recordarte, una vez más, que todas estas cosas las hemos visto en Ediciones Freya. No, no están inventadas.
Si te han gustado estas recomendaciones para que rechacen tu manuscrito y te has quedado con ganas de más, no dudes en pedírmelo por redes sociales que estaré encantada de contarte más anécdotas.
Espero que te haya servido de ayuda y que hayas aprendido (al menos) un poquito más sobre el funcionamiento del sector editorial.
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¡Muchas gracias por leerme y hasta la próxima!